3 partes:Preparar tu cuerpoAprender como un profesionalRevisar el material de estudio de forma eficiente
Para adaptarnos más rápido al mundo en constante evolución en el que
vivimos, necesitamos aprender de forma más efectiva y eficiente. Puedes
ayudarle a tu cerebro a asimilar la información con más precisión y
eficiencia, a veces simplemente cambiando cómo cuidas de tu cuerpo.
También puedes emplear algunas estrategias de aprendizaje sencillas que
te permitirán sentirte más inteligente antes que te des cuenta.Parte 1 de 3: Preparar tu cuerpo
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Duerme lo suficiente. Por lo general, no hay nada malo contigo, o con tu forma de estudiar o aprender. Simplemente tu cerebro no puede retener la información porque tu cuerpo no obtiene lo que necesita: con frecuencia, más sueño. Debes asegurarte de dormir lo suficiente si quieres que tu cerebro esté lo suficientemente alerta para asimilar la información. Solo beber una taza adicional de café no va a funcionar. Ello significa que debes dejar de estudiar tan tarde en la noche. En vez de ello, acuéstate temprano,duerme algunas horas y luego levántate temprano de modo que puedas estudiar más con un cerebro bien descansado.Anuncio
- Diversos estudios han revelado que mientras dormimos, el cerebro es lavado con un líquido que elimina sus toxinas.[1] Cuando no dormimos lo suficiente, el cerebro está tan sobrecargado de basura que le es difícil funcionar de forma correcta.
- Cuánto es suficiente sueño realmente depende de ti y de cómo funciona tu cuerpo. Siete a ocho horas es lo recomendable para la mayoría de los adultos[2], pero algunas personas necesitan menos y otras más. Debes ser capaz de sentirte despierto y alerta durante la mayor parte del día, sin la ayuda del café. Si estás cansado antes de las cuatro o cinco de la tarde, probablemente no estás durmiendo lo suficiente (o tal vez demasiado).
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Consume suficiente comida. Cuando tienes hambre, tu cerebro tiene muchas dificultades para asimilar cualquier información. Es difícil concentrarse cuando tu cuerpo lo único que te dice es que tu estómago está vacío. Asegúrate de obtener suficiente comida durante todas las comidas principales. Incluso podrías elegir algo saludable para ingerir como bocadillo mientras estudias y durante las clases o exámenes que debas dar.
- También es una buena idea asegurarte de comer alimentos saludables. La comida chatarra no le da a tu cuerpo los nutrientes que necesita para rendir al máximo. Come un refrigerio como algunas almendras o un par de zanahorias con el fin de sentirte alerta y concentrado, en vez de hinchado y cansado.
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Bebe mucha agua. Tu cuerpo está en su condición óptima cuando está bien hidratado. Si no bebes suficiente agua, no podrás concentrarte. La sed puede distraerte fácilmente, ya sea que te des cuenta de ello o no. Incluso puede dar lugar a problemas como los dolores de cabeza, lo cual te dificulta aún más el aprendizaje.
- Los distintos cuerpos necesitan distintas cantidades de agua para mantenerse hidratados. La cantidad de agua recomendada de "ocho vasos al día" solo es una estimación aproximada. La mejor forma de saber si estás tomando suficiente agua es mirar el color de tu orina. Si es pálida o clara, estás bebiendo lo suficiente. Cualquier color más oscuro significa que puedes consumir más agua.
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Ejercítate. De seguro ya sabes que el ejercicio es bueno para tu cuerpo de muchas maneras, ¿pero sabías que también puede ayudarte a aprender más rápido? Algunos estudios han descubierto que realizar ejercicio ligero mientras estudias puede ayudarte a aprender más rápido. [3] Para las personas que son muy físicas y activas, verse forzadas a permanecer tranquilas durante mucho tiempo también puede impedir que se mantengan concentradas. Por lo tanto, hacer ejercicios mientras estudias también puede ser útil de esa manera.
- Por ejemplo, trata de caminar alrededor de una habitación grande mientras lees tu libro de texto. Graba tus clases y escucha las grabaciones mientras usas una máquina elíptica en el gimnasio. Hay muchas opciones. Solo recuerda mantener el ejercicio ligero y hacerlo mientras estudias.
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Enséñale a tu cerebro a aprender. Aprender rápido es un hábito y es posible que necesites trabajar en reentrenar a tu cerebro para que adopte buenos hábitos en vez de los malos. Mejora tu concentración realizando tareas complejas sin hacer pausas (incluso si no están relacionadas entre sí). Separa un momento y lugar para dedicarte solo al aprendizaje y mantén dicho lugar como si fuera sagrado. Tal vez más importante aún, encuentra una forma de hacer el aprendizaje divertido para ti. Esto hará que tu cerebro quiera hacer más y por ende, no te costará mucho aprender.Anuncio
- Por ejemplo, sigue aprendiendo sobre los temas que disfrutas. Al final, tu cerebro dominará las habilidades de aprendizaje y podrás aplicar dichas habilidades a los temas que no te gustan tanto.
Parte 2 de 3: Aprender como un profesional
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Presta atención cuando aprendes cosas por primera vez. La mejor manera de aprender más rápido es asegurarte de realmente prestar atención cuando te explican cosas por primera vez. Incluso la distracción más breve, puede impedir que la información se fije de forma adecuada en tu cerebro. Afortunadamente, hay algunos trucos para ello: principalmente necesitarás aprender cómo mantener la fuerza de voluntad.
- Trata de escuchar con la idea de que debes responder de inmediato a una pregunta sobre el tema, como si tu profesor te pidiera que intervengas en clase o de modo que puedas repetir la información para ti mismo. De hecho, si estás solo, repetir la información para ti mismo (parafraseada y con tus propias palabras) puede ayudarte a fijarla en tu cerebro.
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Toma notas. Tomar notas es otra muy buena forma de mantenerte concentrado mientras aprendes un tema por primera vez. Tomar notas no solo te fuerza a pensar sobre el tema que estás aprendiendo, sino también te brinda un esquema que debes seguir para estudiar más adelante.
- Tomar notas no significa anotar todo lo que se dice en clase. Lo único que debes hacer es anotar un esquema general, con información específica cuando sepas que es relevante. Anota los hechos principales y las explicaciones que te cuestan entender o que sabes que olvidarás porque son muy complicadas.
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Participa en clase. Permanece activo en tu experiencia de aprendizaje. Esto no solo te ayudará a mantenerte concentrado, sino también ayudará a que tu cerebro asimile mejor la información debido a que se convierte en una experiencia multisensorial, en vez de simplemente escuchar a alguien hablar. Hay muchas formas de participar en tu experiencia de aprendizaje, desde ponerte activo en el trabajo grupal hasta hacer preguntas durante la lección.
- Trata de responder las preguntas que hace el profesor. No te preocupes si te equivocas: se trata de una experiencia de aprendizaje y a veces equivocarse forma parte de dicho proceso.
- Cuando formas grupos con el fin de realizar actividades, leer o discutir, comprométete realmente en dicha experiencia y participa de forma activa. No te conformes con sentarte tranquilamente y hacer lo menos posible. Compromete a tus compañeros y hazles preguntas, expresa tus opiniones y disfruta la experiencia.
- Haz preguntas cuando no entiendas o quieras saber más. Hacer preguntas es otra excelente manera de permanecer concentrado mientras aprendes un tema. Además, ello te ayudará a asegurarte de entender de verdad lo que estás aprendiendo. Cuando no entiendas lo que dice el profesor o cuando creas que algo es interesante y quieras saber más, no temas preguntar.
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Crea un ambiente útil. Si tu compañero de laboratorio es una gran molestia o tu lugar de estudio en casa se encuentra frente a la televisión, no es de extrañarse que tengas dificultades para aprender rápido. Necesitas un ambiente tranquilo dedicado especialmente al estudio si quieres darle a tu cerebro la mejor oportunidad de aprender la información. Tener un ambiente tranquilo y libre de distracciones significa que no volverás a distraerte. Tener un lugar reservado para estudiar y aprender también puede ser útil, puesto que ello acostumbra a tu cerebro a trabajar de una forma particular.
- Si el ambiente de tu salón de clase representa un problema para ti, pídele ayuda a tu profesor. Tal vez puedas cambiarte de asiento o trabajar con alguien más. Si el problema es el ambiente de tu casa, busca lugares únicos para estudiar. Ve a una biblioteca si hay una cerca de tu casa. También puedes tomar medidas como estudiar en el baño o estudiar muy temprano en la mañana, si vives con personas muy ruidosas.
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Trabaja con tu estilo de aprendizaje. Los estilos de aprendizaje son las formas distintas en las que el cerebro asimila mejor la información. Hay muchos estilos distintos de aprendizaje y aunque todos podemos aprender usando todos esos estilos, generalmente hay uno o dos que funcionan mejor para una persona. Puedes pasar pruebas en línea para ayudarte a estimar cuál podría ser tu estilo de aprendizaje, pero si tienes un profesor dispuesto a ayudarte, el podrá ayudarte a averiguarlo. Incluso puedes pedirle que utilice más dicho método de aprendizaje en su forma de enseñar.
- Por ejemplo, si descubres que aprendes mejor con cuadros y gráficos, podrías ser un aprendiz visual. Trata de estudiar realizando tus propias infografías para ayudarte a recordar mejor la información.
- ¿Has notado que recuerdas el sonido de las cosas o que puedes recordar con claridad lo que lees mientras escuchas una canción en particular? Si este es el caso, podrías ser un aprendiz auditivo. Trata de grabar tus clases para escucharlas antes y después de estudiar o incluso mientras estudias si la información es claramente la misma.
- ¿Te sientas en clase con la sensación de que podrías explotar porque necesitas salir a correr? ¿Golpeas el suelo con tu pie de forma distraída mientras escuchas las clases? Podrías ser un aprendiz físico. Trata de juguetear con un objeto pequeño durante las clases o sal a caminar mientras estudias, para ayudarte a aprender más rápido.
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Aprende usando el método adecuado para el tema que estudies. Los distintos tipos de temas se aprenden mejor de distintas formas. Es posible que no estés utilizando el método más adecuado para estudiar el tema que deseas aprender. Adapta tu forma de estudiar de modo que aprendas las habilidades apropiadas de un modo efectivo para tu cerebro.
- Por ejemplo, nuestro cerebro está diseñado para aprender los idiomas a través de las interacciones, la escucha y el uso. Aprenderás inglés mucho más rápido si te metes de lleno en la cultura y pasas tiempo hablándolo, en vez de solo mirar tarjetas didácticas. Si necesitas más ayuda para aprender inglés rápido, lee nuestro artículo sobre el tema aquí.
- Otro ejemplo es con el aprendizaje de las matemáticas. En vez de solo resolver los mismos problemas y mirar los mismos ejemplos una y otra vez, mira y resuelve muchos problemas distintos que requieran las mismas habilidades.[4] Resolver problemas con habilidades relacionadas pero distintas también ayuda a consolidar tu entendimiento de lo que tratas de aprender.
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Haz que te evalúen para ver si sufres de problemas de aprendizaje. Si notas que no logras concentrarte mientras aprendes o que tu cerebro no parece asimilar ninguna información (incluso con ayuda y el uso de distintas técnicas), debes considerar someterte a una evaluación para ver si tienes algún problema de aprendizaje. Hay muchos problemas de aprendizaje y la mayoría son muy comunes (solo en Estados Unidos, se estima que 1 de cada 5 personas sufren de uno[5]). Ello no significa que seas tonto o que algo anda mal contigo, solo significa que aprendes de una forma ligeramente distinta. Algunos problemas de aprendizaje comunes son:Anuncio
- La dislexia, la cual provoca problemas de lectura. Si notas que tus ojos no pueden seguir correctamente mientras se desplazan por una página, es posible que tengas dislexia.
- Los trastornos relacionados con la dislexia como la disgrafía y la discalculia, las cuales producen problemas similares con la escritura y las matemáticas. Si notas que es difícil escribir sobre algo, pero puedes hablar de ello con facilidad, es posible que tengas disgrafía. Si tienes dificultades para reconocer los números o para hacer cosas como calcular costos, es posible que sufras de discalculia.
- El trastorno del procesamiento auditivo central es otro problema de aprendizaje común. Las personas afectadas con esta discapacidad tienen dificultades para procesar los sonidos. Es similar a la sordera, pero sin la pérdida de la audición. Además, puede dar lugar a problemas para seguir las conversaciones y concentrarse cuando hay sonidos de fondo.
Parte 3 de 3: Revisar el material de estudio de forma eficiente
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Estudia lo más pronto posible y con la mayor frecuencia posible. Por supuesto, mientras más estudies, más aprenderás. Por lo tanto, estudiar con frecuencia es una buena idea. Pero mientras más pronto empieces a estudiar, también te será más fácil recordar todo. Esto significa que no debes comenzar a estudiar dos o tres días antes de un examen. Empieza a trabajar al menos una semana antes de un examen y solo considera estudiar de forma continua durante todo el trimestre si sientes que lo necesitas.
- Es una buena idea repasar la información antigua al mismo tiempo que revisas la información de esta semana. Esto te ayudará a mantener frescas en tu mente las ideas y habilidades antiguas de modo que te sirvan como base para la nueva información.
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Consigue la ayuda de un tutor o tu profesor. No hay nada malo en pedir algo de ayuda y recibir consejos de un experto que se adecuen a tu situación. Ello verdaderamente puede ayudarte a aprender mucho más rápido. Deja de lado la timidez y el orgullo y pídele ayuda a tu profesor. Si no tiene tiempo, al menos podrá ayudarte a encontrar un tutor.
- Si no tienes dinero para un tutor, tu profesor podría ponerte en contacto con un compañero de clase con buen rendimiento y que pueda ayudarte.
- Muchas escuelas también disponen de centros de tutoría gratuitos. Verifica si estos están disponibles en la tuya.
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Elabora un mapa mental para acelerar tu estudio. El mapa mental es una excelente manera de almacenar cualquier información directamente en tu cerebro. Se trata de una representación visual de lo que intentas aprender. Usa fichas, imágenes y hojas de papel para anotar hechos, explicaciones y conceptos organizados. Luego, pega estos artículos en una pared o acomódalos sobre el piso de tu habitación, colocando objetos similares juntos y usando una cuerda u otros elementos para indicar la relación entre los temas y las ideas. Estudia de este mapa en vez de solo mirar tus notas.
- Cuando vayas a dar un examen o tengas que hacer una redacción, podrás visualizar en tu mente dicho mapa conceptual y recordar la información en base al lugar donde se encontraba y a qué estaba conectada, del mismo modo que puedes recordar donde están las cosas en un mapa geográfico.
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Memoriza de forma eficiente para retener información rápido. Memorizar no siempre es la técnica más infalible, pero puede ser útil si necesitas aprender muy rápido ciertos tipos de información. La memorización es más efectiva para las listas de cosas, como el orden en que deben realizarse ciertas acciones o palabras de vocabulario. La memorización sistemática de temas más complejos es probable que no sea tan efectiva.
- Trata de usar la mnemotécnica con el fin de aprender más rápido la información. La mnemotécnica consta de frases o palabras que actúan como una clave para mayor cantidad de información. Por ejemplo, la frase mnemotécnica "Amor al cuadrado más besos al cuadrado es igual a criaturas al cuadrado" (para recordar la fórmula de Pitágoras).
- Concéntrate en secciones pequeñas a la vez. Cuando aprendes y estudias, una buena idea es familiarizarse con pequeños grupos de información antes de pasar a otra nueva. Es posible que sientas que ello va lento, pero en realidad es más rápido porque no necesitarás volver a revisar mucho dicha información. Esto es muy importante cuando intentas memorizar vocabulario, listas y otros tipos similares de información. Trabaja en grupos de palabras que no pasen de 5 a 8 palabras a la vez antes de pasar a la siguiente palabra.
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Proporciónate contexto que consideres interesante. Cuando tienes contexto para la información, se vuelve más fácil procesarla. Cuando dicho contexto es muy interesante para ti, también te será más fácil recordar la información. Investiga por tu cuenta y busca experiencias que puedan ayudarte a contextualizar las cosas que tratas de aprender.Anuncio
- Supongamos que tratas de aprender inglés. Mira una película que te interese y que cubra un tema similar al área particular de vocabulario que intentas aprender en este momento. Por ejemplo, si estás aprendiendo palabras relacionadas con viajar, trata de mirar “Lost in translation” en versión original.
- Otro ejemplo sería: si tratas de estudiar para una clase de historia, busca un documental relacionado con el tema que estás estudiando o incluso uno que muestre el país que estás estudiando. Incluso el solo hecho de tener ilustraciones que acompañen a las historias te ayudará a recordar la información porque será más fácil de imaginar.
Consejos
- No te quedes con tu primera opción para aprender. Explora todas las opciones antes de elegir la que más te convenga.
- Una definición completa de "aprendizaje" proviene del famoso psicólogo Robert Bjork: "El aprendizaje es la capacidad de usar información después de periodos significativos de no haberla usado y es la capacidad de usar dicha información para resolver problemas que afloran en un contexto distinto (aunque sea ligeramente) al contexto en que esta se aprendió inicialmente".
- Después de leer un tema en particular, trata de repetirlo en voz alta sin mirarlo y simplifícalo todo lo posible, de modo que sientas como si estuvieras explicándoselo a alguien. Esto te ayudará a retener la información durante más tiempo.
Advertencias
- ¡Aprovéchala o piérdela! Busca oportunidades en las que puedas utilizar y practicar lo aprendido. Sé oportunista. Si se presenta una situación para practicar, ¡aprovéchala! Por ejemplo, si estás aprendiendo francés y vas a un restaurante francés, practica hablar francés.
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